domingo, 21 de abril de 2013

Los náufragos


MIAMOR a vos fue que te hizo pis en la pierna un perro o yo lo soñé, leo. Así que todo el día me muevo con atención y castigo después de haber perdido el cuidado y sobándome las piernas porque lo que no es cierto no es cierto aún y los sms de desconocidos tienen valor profético. Como camino del chorro al territorio, si lo acariciás, mi perro, te mea, me pongo a jugar a la quiniela: fulanito, a vos fue que te hizo pis en la pierna el perro o yo lo soñé?, escribiendo, a veces: pi o pichí y pero. Y el día transcurre lleno de mugre pero antes esto circula por números que quise o casi. A la semana se repite y hago listas: a este sí, no, alegremente y en la combinatoria reenvío ya como para el desquite. Al tiempo entro en contacto con marialuisa que sale como de la nada –del pasado- y me cuenta que sí y le digo cómo y no le cuento, le digo: que soñé contigo, sabés, qué cosa para soñar, me dice. Y después cogemos esa noche u otra. Es una linda cogida sin conciencia del esfuerzo que exige, como que todos vamos a ser felices en organigrama, no importa la entropía o la ciática cuando siento que marialuisa se desploma y me aprieta entre los muslos y digo: en fin: pero ahí noto profusa, tibia a los empujones por el vientre y las piernas la orina de marialuisa que cae otra vez y me susurra cascada te soñé a vos, soñé que te meaba pero no me animaba a decirte. Y yo pienso pucha tenía que nacer de mí, pero ella me trae papel:
-Cuando valía – dice. Y se me va de vuelta de la vida.

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